DF Transformación digital | La urgencia de un Estado Digital
Sandra Guazzotti, Vicepresidente Senior – Región Multi Country – Oracle Latinoamérica
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Sandra Guazzotti
En los últimos meses la contingencia nos ha llevado a una aceleración de la transformación digital sin precedentes en todos los ámbitos de nuestras vidas. Hemos cambiado la manera en que hacemos las cosas y en que trabajamos, y el acceso digital nos ha permitido a una gran cantidad de personas continuar con muchas actividades diarias y experimentar una nueva forma de relacionarnos.
Las empresas, por razones obvias, han sido las que han reaccionado más rápido y se están viendo forzadas a acelerar sus procesos de reconversión tecnológica para poder entregar servicios a distancia, seguir vendiendo a través de plataformas de e-commerce y atendiendo la gran demanda de consultas o reclamos derivados del aumento del comercio electrónico. Como contraparte tenemos al Estado, que además del desafío sanitario, económico y social derivado de esta crisis mundial, ha tenido que enfrentar el desafío adicional de hacer funcionar una gran máquina con funcionarios trabajando de manera remota y servicios públicos abarrotados de gente, a pesar de la recomendación del distanciamiento social, porque no existe la forma de hacer muchos de los trámites online o la gente no tiene acceso a hacerlos.
Aunque hemos avanzado en la transformación digital, aún existe una importante brecha que como país debemos superar. Según el Índice de Transformación Digital de Empresas 2020 (ITD), liderado por Corfo, Chile alcanzó durante 2019 la categoría de "Intermedio Digital", subiendo 6 puntos desde la medición anterior, de 37 a 43, dejando de ser un "Principiante Digital". Quienes lideran este ranking son las industrias del sector privado, planteándose para el sector público un relevante desafío a futuro, que es el de despegar de la "etapa principiante".
En la administración pública y en los servicios básicos, se han efectuado avances en los últimos años en estas materias. Sin embargo, esta emergencia dejó en evidencia que aún nos queda mucho para lograr un verdadero Estado Digital. La tramitación online es una urgencia, no solo porque disminuye la burocracia y el papeleo, sino también porque permite mantener el distanciamiento social y ahorrar el tiempo de las largas filas que hasta ahora se siguen produciendo en muchos servicios, mejorando la calidad de atención a los ciudadanos e impactando directamente en su percepción de trato digno.
En Gobierno Digital, estiman que para fines de 2021, el 80% de los trámites del Estado se podrá realizar de manera digital, y para fines de 2023 el 100% de ellos. Todo esto implica un gran desafío, en el que el escenario actual presenta una enorme oportunidad de entregar servicios TICs y lograr ser un país en el que el uso de la tecnología beneficie a la población en su conjunto.
Todo esto solo será posible, si como país nos hacemos cargo además de disminuir la brecha digital (brecha que se genera en términos de acceso y uso de la tecnología de la información y la coumunicación) equilibradamente, para lo cual es necesario lograr mayores niveles de asociatividad público-privada, y así no solo garantizar la entrega de un servicio rápido y seguro a los ciudadanos, sino que, lo más importante, ayudar a mejorar su calidad de vida.